Autogestión y economía social
Las cooperativas de calzado Püporé
y CUC, revelan el crecimiento del sector de un importante método
de producción social que se asoma como una alternativa laboral
sustentable. ¿Qué son las cooperativas y cuáles son sus
principios? Beneficios y controversias.
La década de los noventa en la
Argentina, signada por la orientación del papel del Estado en las
doctrinas del neo-liberalismo que privilegiaron un régimen de
privatizaciones de las empresas públicas, trajo como consecuencia un
alto nivel de desindustrialización y desempleo a nivel nacional.
Tras el estallido de la crisis en el año 2001, aunque con casos
anteriores a esa fecha, los trabajadores comenzaron un proceso de
reorganización de sus puestos de trabajo, en defensa de sus fuentes
laborales y como respuesta al vaciamiento de las fábricas. En el
proceso de recuperación de sus industrias y de organización
democrática de cooperativas autogestionadas, la lucha y movilización
planteada por los trabajadores fue logrando el avance de sus
reivindicaciones.
“Dejando huellas”
Reyes Guerrero (derecha) - Foto: Paula Surraco. |
La cooperativa de trabajo Püporé
es un emprendimiento textil y de producción de calzado del barrio de
Laferrere, partido de La Matanza, especializada en la confección de
prendas textiles como camperas, zapatos y borcegos. Nació en 2006 a
partir de la iniciativa de un grupo de trabajadores que practicaban
el oficio y decidieron unirse. “Somos 60 compañeros que desde hace
casi siete años transmitimos los valores de la solidaridad para con
los compañeros y la importancia de la igualdad de condiciones”,
señala Reyes Guerrero, trabajador de la
cooperativa desde sus comienzos.
De esta manera, empezaron a
organizarse incorporando la dinámica de la economía planificada y
el trabajo en equipo sumando nuevos integrantes: generalmente jóvenes
que desean introducirse en el rubro textil industrial. El primer paso
consiste en desempeñarse seis meses como aspirante a socio y luego
se decide su inclusión definitiva como miembro de la cooperativa.
Sintetizando el espíritu de su
iniciativa, Reyes Guerrero explica que “Püporé, en
guaraní, significa 'dejando huellas'. Ese es nuestro compromiso
moral y el de los principios de la cooperativa, ir sembrando buenas
acciones. Dejar conocimiento de lo que puede hacer la gente para
crear un mundo mejor”.
Para lograr este desafío, Guerrero
revela: “actualmente estamos capacitando a muchos chicos que se
acercan a aprender sobre el oficio”. Y reconoce que el objetivo que
se plantearon es “poder dar cursos de diseño de calzado e
indumentaria. Queremos ofrecer un aprendizaje abierto al barrio,
donde hay unas 1300 viviendas. Queremos apuntar a que los jóvenes
aprendan sobre el oficio y que puedan salir al mercado”, analiza.
Según
el sitio oficial del Ministerio de Desarrollo Social, fue mediante el
Plan Argentina Trabaja que Püporé
recibió un subsidio para adquirir materia prima y ampliar la
producción. Sin embargo, Reyes asegura que, si bien recibieron las
subvenciones para la construcción de la fábrica, les siguen
faltando capitales para tener stock de mercadería.
La
incidencia estatal plantea un cuestionamiento, en este caso, sobre
una posible violación a los principios del cooperativismo: ¿Hasta dónde llega la autonomía y la independencia de estas fábricas? ¿El papel del Estado no altera el control democrático de los socios? En
simultaneo, esta coyuntura evidencia una disputa por el criterio del
otorgamiento subsidiario, denunciado por parte del arco opositor y
varios movimientos políticos y sociales como un acto de corrupción
y clientelismo (ver
recuadro “Argentina no trabaja”).
Cooperativa
Púporé.
Contacto:
Reyes Guerrero (4698-2210)
Cronología de una recuperación
CUC cuenta sólo con una línea productiva Foto: Daniela Castro |
La Cooperativa Unidos por el Calzado (CUC), es un ejemplo de fábrica recuperada por sus
trabajadores, autogestionada por ellos desde el año 2003. Se
encuentra en el Partido de General San Martín (identificado como el
primer cordón industrial del conurbano bonaerense), en lo que era la
“Planta 1” de la ex firma Gatic, una de las empresas
productoras de calzado e indumentaria deportiva más importantes de
todo el país. Llegó a tener más de veinte plantas de producción
en las provincias de Buenos Aires, La Rioja, Córdoba y Corrientes,
contabilizando alrededor de 7200 trabajadores en sus épocas de mayor
actividad. Incluyendo calzado, indumentaria y accesorios, Gatic
llegó a facturar 320 millones de dólares al año. Los trabajadores
llegaron a vivir una cierta bonanza económica, que se fue perdiendo
paulatinamente durante la década del noventa como consecuencia de la
apertura indiscriminada del mercado local, la crisis económica del
país en general, un endeudamiento feroz y errores de gestión
cometidos por sus directivos.
La gestación de la cooperativa pasó
por varias etapas. En el año 2000, la familia Bakchellian cede la
dirección de la empresa a otras personas y se retira, en un contexto
en donde los trabajadores venían tolerando el atraso y reducción de
sus salarios. Hacia fines de 2001, el nuevo directorio decide
despedir a todos los empleados de Planta 1 y se llevan las máquinas
a una sede ubicada en Pilar. Entonces los trabajadores (con la ayuda
de familiares y vecinos) montan una carpa en la calle, frente a la
fábrica, durante casi un año. Hacia mediados de 2002, ya
constituidos en una cooperativa de trabajo, arman un plan de negocios
con la idea de trocar su deuda salarial por máquinas y montar una
fábrica en un predio que les sería cedido en José León Suárez.
En
ese momento vuelve a cambiar la conducción de Gatic.
Se reabre Planta 1 y se toma a todos sus empleados otra vez. Sin
embargo, comenzarían a sucederse una serie de dificultades, entre
ellas la pérdida de la licencia Adidas.
Hacia septiembre de 2003, los trabajadores ven demorarse los pagos
nuevamente y, cansados de volver vivir la misma historia, un mes
después deciden tomar la planta. Desde entonces, el cuerpo de
trabajadores quedó compuesto por obreros de la ex Gatic
y nuevos miembros: jóvenes que recibieron capacitaciones en los
diferentes oficios que involucra a la planta y fueron incorporándose
a la cooperativa.
El
momento de la autogestión productiva comenzó a partir de 2004,
cuando el juez, que dejó el edificio, las máquinas e instalaciones
bajo el cuidado de los trabajadores, los autorizó a producir. Unos
meses después, lograron la expropiación por un período de cinco
años, superando al fin la batalla legal.
Recuperar
la dignidad
Cuerpo de trabajadores de CUC - Foto: www.diazcortez.com.ar |
Desde
su lanzamiento en el recuperado hotel Bauen, CUC tiene un fuerte
vínculo con la comunidad de San Martín. Se decidió, mediante
asamblea, mantener en funcionamiento un jardín maternal que brinda
servicios a los asociados y vecinos de la localidad. Gómez cuenta
que "el proyecto fue declarado de interés público por el
Consejo Deliberante de la municipalidad". Además, se permitió
la instalación de una radio comunitaria que se había quedado sin
lugar físico para transmitir
y la construcción de un centro cultural, en donde trabajan con
menores que han tenido problemas penales. También se desarrolla un
curso de aprendizaje de instrumentos de percusión como en otros
momentos se dictaron talleres de baile y de idiomas.
Cooperativa
Unidos por el Calzado (CUC)
Contacto:
4116-4693 (Juan Manuel Gómez)
Argentina no trabaja
Sergio
Bertaccini, integrante del Movimiento Territorial Liberación Rebelde, viene denunciando desde hace algunos años, junto a otras
estructuras de base, las malversaciones del Estado con los fondos del
Plan Argentina Trabaja: “El tema del clientelismo es parte de cómo
está armado el programa. Está diseñado para las organizaciones que
están con el gobierno nacional. Se ha implementado en algunos
municipios y provincias de los gobernadores e intendentes que son
afines al Frente para la Victoria (FpV), y eso es una forma de
contención social.”, manifiesta.
En
la misma línea, certifica que “de los municipios que no cierran
filas con el gobierno nacional, ninguno es beneficiario de este plan.
Hubo mucha resistencia de los movimientos sociales y de la oposición.
Este es el punto principal, los parámetros con los que se elige a
los beneficiarios y el control que se hace sobre el manejo de
recursos de los intendentes”. Según Bertaccini, “el que manejó
todo en sus comienzos fue Sergio Berni, quien hoy es ministro de
Seguridad, ex cara pintada, un tipo nefasto”, exclama.
Además,
explica que “cuando se planteó el ingreso de 1200 pesos era una
suma más importante. Hoy eso es el equivalente a un Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados, si lo comparás con el primer momento y
el valor del dólar. Eso no le alcanza para sobrevivir a ninguna
familia, es claramente asistencial”, afirma y amplía: “La
denuncia corre tanto por el manejo de fondos de los intendentes como
por el anexo a la planta de trabajo. Porque, de hecho, quienes
dependen directamente del municipio son los que suplen a los
trabajadores de planta. Y las cooperativas armadas por las
organizaciones que tienen contratos de trabajo, que hacen tareas
municipales, también son parte del entramado. Corresponde a la
propaganda política que se hace alrededor del tema, generalmente
antes de las elecciones”.
*Sergio Bertaccini
(Movimiento Territorial Liberación Rebelde)*
Contacto:
15-5771-3018
Por
Matías De Rose.
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